23/3/09

TE AGRADEZCO, NO SABES CUANTO

Si me comparo con el domingo anterior, lo más probable es que hubiese estado con musculosa mugrienta, ojeras hasta la rodilla, sin bañarme, sin arreglarme y reptando en mi casa esperando el lunes.


Ayer fue distinto; me bañé, arreglé, maquillé y salí de casa (de no creer). A la mañana fui a la Alameda a leer un poco, más tarde me encontraría con un signo de pregunta.


Me siento FELIZ (palabra poco profesada en mi vocabulario), tan a gusto como cuando me deleito con Parker, Davis o Coltrane.


No lo sé todavía, pero ojalá sea una exclamación y no una interrogación…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo, jamás alcanzar el grado de exclamación, sería más justo decir que en la mayoría de los casos me convierto en tristes puntos suspensivos. Abrí, como habrás notado casi hasta ser un poco pesado, todos mis recuerdos y algunas estúpidas aventuras para intentar no ser un signo de esos que nos ayudan a saber sobre algo.
La exclamación es nada más que mía con cada día que pasa y me dejas saber sobre vos.

Yoyi dijo...

No estoy de acuerdo, podés ser una exclamación, depende como se defina dicha palabra.

Los puntos suspensivos siempre dejan una puerta abierta.

Tus estúpidas aventuras me hicieron reir.

Gracias.