20/5/09

MALDITAS COLAS

Algo que me jode soberanamente las pelotas es hacer cola, sin importar dónde, me saca de quicio tener que esperar a que me atiendan.

Lo que más me molesta de las colas en el banco, es que las personas parecen estar carentes de contacto físico; cuánto más cerca se ponen de uno, más felices son. Te apoyan el brazo, te rozan el culo, te apoyan con quién sabe qué, te miran de reojo, te hablan, te preguntan cualquier pelotudez con tal de darte charla.

Siempre que hago cola, pongo distancia imaginaria entre mi anterior y posterior. ¡Nada de estar separados por 5 cm! ¡Quiero 10, detrás y delante de mí! La gente se impacienta cuando los demás avanzan 2 cm y uno se queda parado, no, no lo entienden; esos 2 cm de avance representan nada comparado con la cantidad de números que falta para ser el primero en el mostrador. Además, esa distancia me sirve como “espacio vital”, para no sentir si el de adelante está limpio, sucio, con olores extraños, con aliento a perro mojado u olor a pata.
Necesitan intercambiar opiniones, olores, ver que escribís en el celular, que boletas llevas, de qué color es tu ropa, y otras mierdas del mismo estilo.


La cola del supermercado es bastante parecida, salvo algunas diferencias. El tiempo parece detenerse, pueden ser solo unos escasos minutos los que uno la hace, pero resultan eternos.

Me revientan que la gente no respete las cajas rápidas. Si dice “Máximo 5 unidades” ¿Por qué los empleados atienden a los imbéciles que de todas formas hacen la fila con 8 unidades?

Ni hablar de a los que les falta algo de plata y se quedan esperando a que “milagrosamente” su desgracia se solucione. Acá les dejo la solución: dejen lo menos importante!

Otros ineptos son los que luego de pasar todo por la caja, se acuerdan de que les falta un puto producto. Por ende lo van a buscar a la loma del orto, seguís esperando, y al volver te dicen: Gracias, discúlpame, pero tenía que llevar papel higiénico para limpiarme el orto.

En los supermercados grandes hay muchas cajas, pero da la casualidad que en los horarios pico, solo la mitad o menos están habilitadas. Si saben en que horarios la gente recurre con más frecuencia ¿Por qué no ponen a los empleados y les dan su descanso más tarde?

18/5/09

LA CRISIS SEGÚN ALBERT EINSTEIN

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

2/5/09

¡SU SANGRE PIDE VENGANZA!

Ayer se celebró el día del trabajador. Lo que en verdad se debería conmemorar es a los condenados a la horca, que luchaban por un día laboral de ocho horas.

El 1 de mayo de 1886, fue el comienzo de la huelga y de los reclamos para generar más empleos. Esta manifestación afectó a muchas fábricas. Recién en 1935 se aprobó la deseada jornada.

La cuestión es que detesto que te digan “Feliz día”. ¿Feliz día por qué? ¿Por trabajar? ¿Pero qué carajo le pasa a la gente? Si uno no trabaja ¿cómo mierda vive? ¿Acaso quieren rascarse el culo todo el día? ¡El trabajar es un deber!

¡Basta de romper las pelotas con los inútiles feriados!