24/3/09

EN LA PUNTA DE LA LENGUA…

Cuántas veces me pasa que sé lo que quiero decir, pero en el momento de hacerlo no lo recuerdo.

Estás en medio de una conversación de lo más interesante, o no, destacándote por algún que otro conocimiento, te escuchan muy atentamente, y al instante de tener que decir, ya sea un nombre, una canción, un artista, una palabra o un verbo, no hay forma de que salga de tu boca, siquiera está presente en tu cabeza.

Ese tipo de cosas me molestan mucho, porque suelo quedar como una idiota que no sabe de lo que habla. El oyente se queda esperando a que emitas sonido alguno, pero no, solo pensás y pensás, como si estuvieses estrujando una esponja (en este caso, el cerebro) para sentir que la maldita palabra salga cual detergente que se convierte en gel con poca cantidad de agua… hasta el punto que llegas a parecer autista.

Lo más irritante es que al cabo de horas, días o meses, de buenas a primeras, eso que tanto buscabas, se digna a aparecer, cuándo a nadie le interesa, más que a tu propia satisfacción personal por sacarte una duda del tipo existencial momentánea.

Me ha pasado de volver a encontrarme con quienes he padecido de esto, y el diálogo típico es algo así:

-Che, ¿te acordás la otra vez que no me acordaba el nombre del actor que trabajo en tal película? Bueno, al final era el Choto Pérez!
-Ah, ni idea, ¡no sé de qué me hablas!

¡Pero la re puta que lo parió! Me carcomí la cabeza por no sé cuanto tiempo para poder acordarme (sin éxito, claro está) porque salió de la nada, para que vos, pelotudo, ni siquiera me digas ¡qué bueno!

No hay comentarios: